Reseña | Egomaniac

4/1/20

Egomaniac de Vi Keeland
ficha técnica
3.5/5
Emerie llega a Nueva York para comenzar su nuevo trabajo como terapeuta familiar. Ha alquilado para su consulta una gran oficina compartida en una ubicación fantástica y asequible, dos cosas difíciles de encontrar cuando se vive en Nueva York. Hasta que se percata que ha sido estafada y le han robado 10.000 dólares. Drew, el dueño de la oficina, se apiada de ella y acepta que se quede si a cambio le ayuda también a él trabajando como su recepcionista. La oficina puede ser grande, pero no lo suficiente como para contener la tensión sexual que hay entre los dos.

Mientras Emerie y Drew luchan por controlar sus impulsos, Drew por su parte tiene sus propios problemas, lidiando con la posibilidad de que su hijo pequeño, que tuvo con su ex, no sea suyo.
Es el primer libro de Vi Keeland que leo y ni tan mal. Aunque en partes es un libro demasiado superficial y el protagonista al principio me saca de quicio por lo golfo y caradura que es, reconozco que tiene un no se qué que para qué vamos a engañarnos, me ha vuelto loca.

Ella es un poco "pavisosa" para mi gusto, pero es dulce, simpática y sabe plantarle cara al golfo de Drew. Emerie es todo lo contrario a él. Una psicóloga terapeuta especializada en terapia matrimonial y él un abogado matrimonialista, lo que quiere decir que se lucra a base de disolver matrimonios y es jodidamente bueno en su trabajo.

Una confusión les lleva a compartir despacho y, claro, la química acaba explotando con rapidez. No penséis que Drew permite que Emerie se quede con él temporalmente por la bondad de su corazón. No. Al principio se mueve puramente por impulsos y por la atracción que siente hacia Emerie. Pero poco a poco empezamos a descubrir al Drew dolido, al Drew dulce y generoso, a saber más de él, de su historia y, claro...Te acabas enamorando de este hombre maleducado, malhablado, golfo, inteligente, ocurrente y super sexy. ¿Cómo no iba a caer rendida Emerie?

La historia pasada de Drew se enreda con la actualidad y, poco a poco, vas enamorándote de él sin remedio, como Emerie, pero los miedos de Drew pueden ser un impedimento para que lo suyo funcione, como siempre.

En definitiva, una historia muy dirty, con muchos tópicos, pero ardiente, pasional y, en el fondo, hasta romántica. Lo que no cabe duda es de que la autora sabe sacarte los colores, acelerarte el corazón y calentarte la sangre. El libro se lee en un suspiro y, para qué negarlo, me ha hecho pasar un buen rato (aunque leyendo en el metro y en el autobús haya tenido que ponerme en posturas algo extrañas para evitar que la gente leyese las partes más ardientes). Fácil de leer y con un final muy dulce.
Drew y Emerie me han robado un poquito el corazón.

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